Zurbarán
Es el llamado "pintor de frailes", porque recurrió
mucho a las representaciones de frailes y de temas religiosos. También
realizó bodegones.
Casi toda su obra es tenebrista. En ella no importa la perspectiva
y se aprecia una falta de habilidad en la composición. Zurbarán
emplea una pincelada fina que hace acusar visualmente el volumen
y el peso.
Sus principales
obra son la Misa
del Padre Cabañuelas, La visión del Padre Salmerón, y Tentación de San Jerónimo.
Murillo
Se
centró también en la temática prácticamente
religiosa. Murillo representa la cara dulce
de la Contrarreforma. Fue muy popular y querido. Sus clientes fueron
las órdenes religiosas y algunos párrocos.
Se produce una
evolución en sus trayectoria como pintor, ya que al principio
se adhiere al tenebrismo y pinta escenas de cámara, cuyos
protagonistas son los niños. Si embargo, en sus últimas
años su pintura se hace más colorista.
De la primera
etapa es la Sagrada Familia del Pajarito. Es un cuadro tenebrista
y de gran realismo y de una cotidianidad muy cercana al pueblo.
Su composición se basa en líneas diagonales.
Otra de las
obras maestras de Murillo es su Inmaculada Concepción.
Es una pintura colorista con una escena idealizada donde la Virgen
tiene una mirada de éxtasis místico.
Valdés
Leal
Fue un pintor que se recreó en reflejar la parte más
cruda de la vida. Leal simboliza la visión dura de la contrarreforma.
Son famosas sus "Alegorías de la muerte".
En la obra El
fin de la Gloria del mundo. (Finis gloriae mundi).
En esta célebre pintura expresó
que la muerte es igual para todos. De similar temática
e intención es otra de sus obras más duras. En este lugar (In
ictu oculi).